1 cookie(s) ● lunes, 24 de enero de 2011 ● 4:07:00
HyeMi se sentó en la cama, miro a su alrededor un poco mareada y desorientada, no sabía en que lugar estaba, las paredes, la puerta, el piso, los adornos e incluso el olor le parecía distinto. Miró hacia su izquierda mientras se rascaba la cabeza y vio a DongHae durmiendo placidamente, que, a juzgar por su rostro, un tanto infantil otro tanto pervertido, podría encontrarse soñando. Se quedó mirándolo por algunos minutos hasta darse cuenta que él estaba desnudo, rápidamente se tapó con la sábana, asustada miró sus hombros y se dio cuenta de que ella también lo estaba por lo que buscó su ropa con la vista y la vio tirada por el suelo de la pieza y de la sala.
–Dios! que hice?– se lamentaba en susurros mientras intentaba salir de la cama con la precaución de no despertar al chico
Salió de la cama envuelta por la sábana, recogió su ropa interior y se la puso como pudo, luego iba a la sala a buscar su blusa y su pantalón pero se detuvo ante la tentación de usar una camisa escocesa roja del chico que estaba sobre una silla en el dormitorio
–me queda como un vestido– pensaba la chica mientras se abotonaba la camisa
Volvió a meterse a la cama con cuidado, abrazó al chico y este, aún dormido, la abrazo de igual forma
El celular de HaRa sonó a las 10:15 a.m. en punto, con lentitud lo tomó de su velador y lo apagó para poder dormir cinco minutos más, pero ya había despertado y no podía volver a quedarse dormida. Se sentó en la cama para ponerse sus pantuflas pero se encontró con el cuerpo de YeSung durmiendo en el suelo como un bebé en su cuna. Con su pie lo movió suave y delicadamente para que no despertara de un susto
–que hago acá en el suelo? no estaba durmiendo contigo?– se preguntó el chico extrañado mientras habría los ojos lentamente
–te debí haber botado mientras dormíamos
–que mala eres, y después andas por el mundo diciendo que me quieres
HaRa al escuchar el comentario de su novio se sintió ofendida, iban a cumplir apenas veinticuatro horas de estar juntos y él ya estaba dudando de su amor. Pensó en pisotearlo, pues aún se encontraba en el suelo, pero eso solo le daría más motivos al chico para molestarla con dudas acerca de su amor. Se tiró sobre él, fue el primer impulso que le llegó al cuerpo, haciendo que cayeran al suelo en una posición un poco incómoda para YeSung, sus piernas habían quedado mal dobladas y si se quedan mucho rato así se quedarían dormidas. La chica comenzó a darle pequeños besos en toda la cara, notaba la mala posición en la que estaba su novio, pero ese era su castigo por haber dudado de ella. Él, aunque sabía que sus piernas le iban a pasar la cuenta luego, se dejó querer por su novia, recibiendo cada tierno beso que ella le daba como si estuviera recibiendo el regalo más preciado que alguien pudiese darle
–ya confío en tu amor– le susurro al oído
Se separó de ella apenas detuvo sus besos y se puso de pie, sus piernas ya estaban un poco dormidas y le daba un hormigueo un poco doloroso el mantenerse de pie. Ayudó a la chica a ponerse de pie y la abrazó, fue un abrazó cariñoso, como agradeciéndole por estar ahí con él. Cuando se separaron fueron hasta el living y se sentaron en el sillón a ver televisión, a esa hora estaban dando la repetición de TBBT en el warnner, dejaron la televisión en ese canal, a ninguno le disgustaba el programa, pero tampoco era de su total agrado, para ellos los personajes eran surrealistas y daban una imagen errónea acerca de ese tipo de personas. Se quedaron ahí un buen rato, entre besos y abrazos la serie termino rápido. HyeMi aún no llegaba a la casa, había pasado la noche afuera pero HaRa estaba tranquila, sabía perfectamente bien que estaba en buenas manos.
YeSung se estiró, le dolía un poco la espalda por haber dormido en el suelo, evitaba quejarse, su novia no lo había botado con intención y si hacía alguna broma referente al tema ella podría enojarse, aunque después del castigo de hace un rato, no le molestaría ver a su novia enojada nuevamente. HaRa vió a su novio estirarse y como si fuese algo contagioso ella también se estiró, hasta que escuchó sonar el timbre
–HyeMi jamás olvida sus llaves– pensó mientras se ponía de pie y corría hasta la puerta
–Mamá!!– gritó la chica al ver a una mujer de cabello largo y negro tomado en un perfecto tomate bajo, era una poco más baja que su hija, aproximadamente por 2 centímetros , tenía caderas anchas y busto grande, se notaba a quien había salido parecida HaRa, su cara se veía relativamente joven a pesar de algunas arrugas que marcaban sus mejillas y las famosas patas de gallo. Traía puesta una blusa color crema y una falda de color morado oscuro; traía una maleta, al parecer se iba a quedar por varios días; tenía una expresión seria en su rostro –que haces acá???– le preguntó quedando asombrada, mientras su novio se quedó en el sillón sin poder moverse
–por qué pones esa cara? no vas a abrazar a tu madre que ha venido desde tan lejos para verte?– se quedó mirando a su hija con los brazos abiertos
HaRa dio un pequeño paso y ya estaba entre los brazos de su madre, estaba nerviosa y asombrada, pero eso no evitó que se dejara llevar por la calidez de su madre. YeSung, nervioso y tímido fue hasta la puerta, saludo a la madre de su novia y entró la maleta evitando mirarla a la cara; apenas llevaba un día de novio con piggy y ya tenía que conocer a su “suegra”, esa era la suerte que él tenía, al parecer el destino le estaba dando señales de que pasaría mucho tiempo junto a esa chica
–y ese quién es?– soltó a su hija y apuntó con el dedo al chico que entraba su maleta –tu novio?– le preguntó mirándola con una pícara sonrisa.
Nunca había conocido a un novio de su hija y tampoco sabía si alguna vez tuvo uno, muchas veces pensó que a su hija le gustaban las mujeres, nunca supo mucho acerca de su vida, ella siempre se mantenía reservada y además HaRa vivía en la ciudad, no con su madre en el campo
–si– contestó casi en un suspiro la chica –él es YeSung, madre, por favor no lo molestes– le pidió a su madre mientras iba al lado del chico que estaba dejando la maleta en el living
–tan exagerada que eres vaquita mía, cuando yo he molestado a tus amigos?– le dijo su madre aún conservando esa sonrisa pícara que hacia que HaRa se pusiera nerviosa, sintiendo que su madre ocultaba algo que en cualquier minuto la iba a dejar en vergüenza, bueno, además de ese apodo que solo era utilizado en el campo para referirse a HaRa
Su madre entró en la casa, observándola y fijándose en cada detalle, quería asegurarse de que su hija estaba viviendo bien, que no le hiciera falta algo, que estuviese comiendo lo necesario y todas esas cosas por las que se preocupan las madres cuando están lejos de sus hijos, pero esta situación era un poco distinta, HaRa solo pasaba sus vacaciones en casa de sus padres, el resto del tiempo había vivido en casa de una tía en la ciudad; sus padres nunca quisieron que ella estudiara en el campo, querían que su hija fuera educada por buenos profesores y que tuviera un gran futuro en la ciudad, fue por eso que tomaron la decisión de enviarla a vivir con su tía y que fuera a las mejores escuelas, se esforzaron mucho e hicieron grande sacrificios, pero todo había valido la pena, estaban orgullosos de su hija con todo lo que había logrado hasta ahora, en especial su madre, en estos momentos se sentía la mujer más afortunada al ver como su hija había hecho buenos amigos, el próximo año sería una de las mejores chef graduados en esa universidad y ahora, como guinda de la torta ya tenía un “esposo”.
Se sentó en el comedor mientras su hija volaba a poner la tetera y llevar tazas a la mesa, le gustaba tomar té a cualquier hora del día aunque eso significase comer un pedacito de pan y romper con su dieta. YeSung, con una expresión seria en la cara, se sentó al lado de la madre de su novia, quería evitar a cualquier precio tener que mirarla a la cara, su mirada y sonrisa con toques de picardía lo hacían poner nervioso, presentía que en cualquier minuto le iba a preguntar si ya había toqueteado a su pequeña
–así que el novio de mi hija, eh?– lo miró mientras comprobaba si su peinado aún estaba en perfectas condiciones –cuánto tiempo llevan juntos?- le preguntó apoyando sus codos en la mesa cruzando sus brazos
–Exactamente…– miró su reloj –24 horas– contestó el chico mientras una gota de sudor le corría por el rostro
Para su fortuna, la chica llegó con la tetera ya hervida, lista para servir el té, lo hizo con calma, estaba muy nerviosa y no quería derramar el agua y quemar a alguien. Su madre disfrutaba al ver a la pareja tan nerviosa, pero le era comprensible, apenas llevaban un día y ya tenía que presentarle a la madre su novio, al mismo tiempo se sentía feliz y tranquila, su hija no estaba embarazada y no se había quedado solterona como la gran mayoría de las chicas del campo. Le echo una cucharada de azúcar a su té y lo probo, estaba justo como le gustaba, volvió a poner la taza en la mesa y miro a los chicos que ni siquiera habían azucarado su té
–Yunho te manda saludos– le dijo a su hija haciendo que los ojos de esta se abrieran lo más que podían –te extraña bastante, quizás deberías ir a visitarlo en las vacaciones–
–quién esYunho?– preguntó YeSung con gran curiosidad al ver la reacción de HaRa cuando le nombraron a esa persona
–es un chico del campo– contestó HaRa echándole cuatro cucharadas de azúcar a su té, últimamente ya no sentía el dulzor del azúcar
–chico del campo? que ingrata eres– le reclamó su madre, inmediatamente se giró hacia YeSung para explicarle quien era ese chico –es un amigo que vaquita tiene en el campo, cuando eran pequeños, siempre decían que se iban a casar, pero debido a una ingrata que ya ni siquiera recuerda llamarlo para su cumpleaños, perdieron un poco el contacto, pero él siempre está muy preocupado de HaRa– dijo esto último con ironía y elevando el tono de su voz
–esos eran juegos de niños…y si lo llamé, pero en esa casa nunca contestan- se defendía la chica mientras bebía su té con expresión de enojo en su rostro
–puedo hacer otra pregunta?– le dijo el chico a la madre de su novia, aún no probaba su té, estaba esperando que enfriase un poco para no quemarse la lengua
–claro que puedes– le contestó la madre buscando fallidamente un pedazo de pan en la panera
–por qué le dice vaquita a HaRa?
–cuando HaRa era pequeña le gustaban mucho las vacas, así que su abuela, que a todo esto te envía saludos– le dijo a su hija –le hizo un disfraz-pijama de vaca, lo usaba todo el día, hasta que una mañana se nos perdió la niña, salimos todos a buscarla y Yunho la encontró durmiendo junto con las vacas– hizo un énfasis casi imperceptible en el nombre del chico
–deja de contar esa historia, me avergüenzo– le reclamó su hija apoyando sus codos en la mesa y sosteniendo su cabeza con sus manos
A YeSung no le costó darse cuenta de que Yunho no era solo un chico del campo, era su amigo de la infancia, que probablemente estaba enamorado de HaRa al igual que Henry y que era el favorito de su “suegra”. Le echo azúcar a su té y se lo bebió de un solo sorbo mientras madre e hija discutían sobre la veracidad de la historia contada por la madre
SooKi se despertó con un dolor de cabeza horrible, había bebido demasiado la noche anterior y apenas recordaba la noticia que su novio le había dado: él ya no estaría más con ella, volvería a China. Miro a su lado y se dio cuenta que ZhouMi no estaba. Se levantó y se puso una polera y un pantalón que encontró en el suelo, se notaba que era la ropa de él. Entró al baño que estaba en su pieza, se miró en el espejo, sus ojos estaban rojos al parecer había llorado en la noche, se lavó la cara con un poco de agua fría y salió de su habitación, escucho el ruido de la tele y fue hasta el living
–Buenos días– le dijo su novio sin despegar la vista de la tele, no se había dado cuenta cuando se había hecho adicto a esta
–que haces despierto tan temprano? – le preguntó ella mientras se sentaba a su lado y lo abrazaba
–temprano?– preguntó él asombrado –ya es casi medio día– le dijo mientras laminaba de la cabeza a los pies –que haces con mi ropa?
–me puse lo primero que encontré– a pesar de que se había mojado la cara aún no podía abrir bien sus ojos, bostezó, aún tenía mucho sueño, habían llegado tarde a casa anoche –me duele la cabeza– le dijo mientras se apoya en el pecho de él y se comenzaba a quedar dormida nuevamente
–lloraste mucho anoche mientras lo hacíamos, no fue nada agradable– le reclamó el chico mientras le acariciaba su cabello
–cuando te vas?– le preguntó sin rodeos, quería saber hasta cuando iba a poder estar con él, ya después tendría tiempo de perseguir a KyuHyun y SungMin
–la tercera semana de Enero, aún no se bien que día
Ante esta respuesta SooKi ya no pudo contener sus lágrimas, lloró entre los brazos de su novio sin consuelo, llorar por él era lo único que había hecho en estos últimos días, pero no quería hacerlo cuando estuviese junto a él, quería aprovechar el tiempo que les quedaba juntos
–ay SiWon! por qué la trajiste hasta acá?– se quejaba HeeChul dando vueltas por la sala, estaba cansado de escuchar el llanto de la chica
SiWon había dejado la seriedad de lado y asumió con felicidad su posible paternidad, llevó a SangRi al departamento que compartía con HeeChul y HanGeng, aunque este último vivía en el campus pasaba más tiempo en ese departamento. Pasaron la noche ahí los cuatro, escuchando los llantos y nauseas de la chica que no se había pegado un ojo en toda la noche. Temprano habían ido a una farmacia a comprar un test de embarazo, llegaron al departamento con nervios, quizás solo era el colon de SangRi jugándoles una mala pasada, eso aún no lo tenían claro. Esperaron con nervios y ancias el resultado del test, SangRi no dejaba de llorar. Pasado el tiempo el test tenía listo el resultado: positivo. SiWon abrazó a su novia con alegría, mientras ella lloraba, HanGeng los felicitaba y HeeChul estaba apoyado en una muralla con los brazos cruzados y molesto, no quería que SU SiWon tuviese un hijo y menos con esa chica que le caía tan mal. Se sentaron en el sillón con una SangRi que continuaba llorando y preocupándose por su carrera, por como mantendría a su hijo y todas esas cosas por las que debía preocuparse. HeeChul no dejaba de quejarse por el llanto de la chica, no lo había dejado dormir en toda la noche, además de que todo lo que había tomado la noche anterior le estaba pasando la cuenta
Por otro lado estaba Henry, encerrado en su departamento sin dejar que entrara la luz con un dolor de cabeza terrible, estaba triste, desconsolado, sin esperanzas y lo que era peor, estaba solo. Había bebido desde la noche y no se había detenido. Estaba en el medio del living echado en el piso con una botella de ron en la mano, el mundo le daba vueltas y veía manchas extrañas en la pared, tenía ganas de vomitar pero aún así seguí bebiendo, quería olvidar todo lo que había sucedido el día anterior. De pronto alguien golpeó la puerta, la cabeza le retumbó, ¿quién quería molestarlo? se preguntó mientras gateaba hasta la puerta y la abría, para su sorpresa era YongAh, ¿Cómo se enteró que él vivía ahí? definitivamente era una niñita peligrosa.
–levántate Henry– le dijo la chica en un tono suave mientras cerraba la puerta tras de si y le quitaba la botella de ron que no había soltado
–por qué vienes a molestarme YongAh? vete, quiero estar solo– estaba demasiado ebrio como para poner resistencia para quedarse con su botella de ron.
Con la botella ya lejos de la mano de Henry, la pequeña YongAh con mucho esfuerzo lo llevó hasta su cama, le quitó los zapatos y lo metió en la cama. Fue hasta la cocina y buscó por todos lados unas aspirinas. El mundo del chico estaba patas para arriba y las manchas extrañas se habían transformado en pequeños duendes que danzaban al son de una canción de SHINee que HaRa le había pegado meses atrás en clases, ya no podía aguantar más sus nauseas, como pudo gateo hasta el baño y puso su cabeza en el inodoro, una vez ahí dejó salir todo lo que había bebido. YongAh llegó con la aspirina y un vaso de agua, las dejó en el velador porque sabia que no tenía caso que las tomara ahora, era mejor que vomitara todo lo que había bebido y que luego durmiera. se sentó al lado de él y le sobo la espalda, ella lo amaba, no le importaba tener que verlo en una situación como esa.
Etiquetas: Cap. 17, DongHae, Fanfic, HanGeng, HeeChul, Henry, KyuHyun, SiWon, slice of black chocolate, Suju, SungMin, YeSung, ZhouMi